Vapor de Sodio que ilumina las calles de Buenos Aires.
Inunda de fotones anaranjados las veredas de la ciudad.
El aire envuelto en atmosfera cítrica deja ver mas alla de las noches mas oscuras.
Bajo esa luz nos reímos y lloramos, cantamos y bailamos, bajo ese color amanecer se encienden las esquinas que recorren miles de pasos del reflejo que dejamos por donde hemos pasado pintando nuestra sombra que nos sigue como una proyección del ser que acompaña como ese brillo cálido y opalino nos rodea y envuelve, a donde sea que vayamos en las noches siempre que estemos en esta ciudad o en algunas otras, siempre habrá luces que nos guíen el camino a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario